¿Por qué el Estado tiene que transformarse en un organismo digital?
Tenemos ciudadanos cada vez más exigentes y digitalizados. Necesitamos capital humano altamente calificado en el área de transformación digital, que es un factor crítico para la modernización del Estado.
Adaptar la propuesta de valor de los servicios de la administración pública para entregar más valor a los ciudadanos es un proceso en etapas.
E-Government o Gobierno electrónico, significa que los servicios públicos proporcionados por las organizaciones de la administración pública, se manejan electrónicamente con el uso de las TIC.
Ejemplos de gobierno electrónico: pueden ser diversos servicios ofrecidos a ciudadanos o empresas o entre instituciones de la administración pública, tales como: compras electrónicas, llenado de declaraciones de impuestos, identificación nueva, pasaporte o permiso de conducir, solicitar un extracto del registro penal o registro comercial, todas las formas y aplicaciones requeridas para comenzar un negocio, una solicitud para la universidad, entre otros.
Los servicios de gobierno electrónico se pueden proporcionar en etapas: proporcionar información sobre los servicios públicos, permitir la comunicación con las organizaciones, permitir las transacciones con las organizaciones e integrar a los ciudadanos en los asuntos públicos.
Rediseñar los servicios para maximizar los beneficios hacia los ciudadanos
Para la implementación exitosa de los proyectos de gobierno electrónico, los gobiernos deben llevar a cabo reformas estructurales y operativas significativas. El uso de la tecnología por sí solo no garantiza la implementación exitosa de tales proyectos. Teniendo en cuenta este principio, varios gobiernos han respaldado sus iniciativas de gobierno electrónico con un marco holístico de gobierno electrónico. El marco implica reformas relacionadas con la gestión, la sociedad, la tecnología y la cultura.
Hay algunos países que lideran el gobierno electrónico o, mejor dicho, gobierno digital.
El Digital 9 o D9 (anteriormente el Digital 5 o el Digital 7) es una red de colaboración de los principales gobiernos digitales del mundo con el objetivo común de aprovechar la tecnología digital para mejorar la vida de los ciudadanos.
Los miembros comparten prácticas digitales de clase mundial, colaboran para resolver problemas comunes, identifican mejoras en los servicios digitales y apoyan y defienden las economías digitales en crecimiento del grupo.
A través de la cooperación internacional, el D9 tiene como objetivo identificar cómo el gobierno digital puede proporcionar el mayor beneficio a los ciudadanos. El D9 incorpora un compromiso multilateral, donde pequeños grupos de estados cooperan en temas específicos con un impacto global.
Estonia, Israel, Nueva Zelanda, la República de Corea y el Reino Unido son los miembros fundadores de la D5. En febrero de 2018, Canadá y Uruguay se unieron al grupo para formar la D7. En noviembre de 2018, México y Portugal se unieron para formar la D9.
Definir un roadmap para su implementación
Diversos estudios tales como “Gobierno electrónico, gestión y políticas públicas: Estado actual y tendencias futuras en América Latina”, proponen una agenda para la implementación del gobierno digital, sin embargo, este dependerá del grado de madurez de cada una de las organizaciones que forman parte de la administración pública de cada país.
Poner la tecnología por delante es una fórmula que resulta ser bastante onerosa para los estados con presupuestos que sabemos son acotados sobre todo en Latinoamérica, donde la demanda de servicios por parte de los ciudadanos es creciente e insatisfecha.
En este último estudio se propone una agenda de las principales áreas relacionadas con la evolución del e-government. En concreto, los siete temas que se presentan y discuten a son los siguientes:
1) inclusión digital como estrategia permanente para lograr el acceso a los beneficios del e-government para los menos favorecidos
2) redes sociales para unas administraciones públicas más perceptivas y conectadas
3) gobierno abierto y transparencia administrativa para unas administraciones públicas más orientadas a la rendición de cuentas
4) intercambio de información, interoperabilidad y computación en la nube en busca de una gestión pública distribuida y sin costuras
5) big data y policy modeling o el creciente poder del análisis de datos y la computación en el sector público
6) ciudades inteligentes y el redescubrimiento de lo local en la era digital
7) gobierno móvil para sociedades cada vez más dinámicas y flexibles.
Sobre cada uno de estos temas se apuntan ideas generales para su desarrollo futuro en el sector público, así como puntos que deben tener en cuenta los países para avanzar en su transformación digital.